El trabajo de equipar una cocina industrial requiere (sin considerar la compra de alimentos, la infraestructura definir y montar, ya sea la instalación eléctrica, de gas o de agua potable o la colocación en sí), comprar una gran variedad de equipo de cocina. Las empresas dedicadas al diseño de utensilios y maquinaria que se ocupará en el ramo gastronómico han aprendido la manera de amoldarse a las necesidades de un mercado cada vez más competitivo y en expansión, por lo que la variedad de utensilios existentes, disponibles en el mercado, es amplia.
Los principales equipos se clasifican respecto a la función que realizan: en primer lugar están las máquinas de enfriamiento (congeladoras, refrigeradores industriales, etcétera), les siguen aquellas enfocadas a la cocción y calentamiento de los alimentos (hablamos de las planchas de carne, freidoras, estufas y hornos) y finalmente aquellas máquinas que funcionan mediante un mecanismo o requieren que la persona en cuestión que las ocupe aplique cierta fuerza para que éstas funcionen.
En el primer grupo podemos señalar también que se trata de equipo de cocina que funciona mediante el consumo de gas natural o doméstico, una adecuada instalación eléctrica o, inclusive, fuentes alternas para generar energía. Es muy posible, por su alta demanda, que en este grupo, la maquinaria de uso más común sea la estufa, con hornillas y palancas que controlan la intensidad requerida.
Otro de los aparatos fundamentales es la freidora. Se trata de una cubeta o canasto metálico con una redecilla cuya forma es igual y sirve para colocar los alimentos que se freirán cuidando que no conserve una vasta cantidad de aceite o grasa adherida. Pensemos en la forma en que se elaboran las papas a la francesa para entender exactamente cómo funciona este equipo de cocina.
La plancha es una plataforma metálica, por lo general cuadrada, o un tanto alargada al estilo de un rectángulo. Se calienta desde la base y sólo así se logra que todos los alimentos que han sido acomodados o repartidos en su superficie puedan cocinarse adecuadamente.
Los hornos, independientemente de su tamaño o particularidades, tienen un par de características generales que comparten con todos los modelos: se trata de pequeñas bóvedas cuadradas donde se puede acomodar algún alimento o platillo que requiera de cierta cocción, el flujo de la temperatura se distribuye de forma ecuánime, sin dejar de lado ninguna de las áreas en la bóveda, a lo largo o a lo ancho y las fuentes de energía de donde se alimenta para poder funcionar pueden ser de diversa índole.
La operación de la parrilla, posiblemente, puede ser la más sencilla entre toda la gama de productos y utensilios profesionales que integran el equipo de cocina. Su estructura consiste en una base hueca o un pequeño contenedor donde la mayoría de las veces se coloca carbón o donde la fuente de energía aplica su efecto de manera directa. La superficie es una rejilla o distintas rejillas sobre las que se colocarán la carne y verduras en cuestión para ser cocinadas.
Por otra parte, la marmita es uno de los básicos entre la gran variedad de elementos que podemos encontrar en toda cocina. Se trata de una olla o cazuela de grandes dimensiones cuya principal función es cocinar un buen número de alimentos, aprovechando, claro está, el vapor que se generó durante la cocción.
Su uso, extendido en todo el mundo, es tan común, si se le compara con otro equipo de cocina, que abarca desde modelos de barro o cerámica, hasta aquellos de metal, a lo cuales se les han ido integrando un sinnúmero de elementos para que la calidad del trabajo que puede realizarse con una olla de este tipo sea cada vez más profesional.
El microondas, otro básico en miles y miles de cocinas, no requiere, lo más seguro, una mayor presentación. Salvo que se caracteriza porque funciona deshidratando alimentos y en la mayoría de los casos se ocupa más para descongelar comida procesada, que para cocinar una complicada receta más adecuada para otro tipo de hornos.
Las máquinas de conservación o refrigeración abarcan un gran número de equipos para cocina industrial o doméstica de tipo básico. Es simple, a través de la manipulación del frío o del congelado se permite que verduras, frutas y demás alimentos perecederos no se descompongan.
Existen, también, no debemos olvidarlo, grandes cámaras de enfriamiento, mismas que seguramente hemos visto en establecimientos culinarios o comerciales, mismas que garantizan una pérdida menor de alimentos o productos al momento de realizar un inventario de la mercancía con la que cuenta el negocio en cuestión.
El último grupo señalado corresponde a aquellos aparatos que se han inventando para reducir el esfuerzo que implica realizar una tarea de cocina en específico. Por ejemplo, existen aparatos multiusos con los que es posible contar con las funciones de ciertas licuadoras de primera línea (triturar, dar consistencia frappé, licuar hielo, moler.
Por otro lado, batir alimentos, cortar lajas o pulverizar queso, etcétera); un aparato de este tipo ha sido inventado para que ya no una tarea, sino un puñado de éstas, sean mucho más llevaderas para cualquier persona que por diversas razones no cuente con las herramientas necesarias para llevarlas a cabo.
Entre la gama de aparatos que podemos enmarcar dentro de dicha categoría se encuentran también: los peladores de frutas y verduras, las máquinas para moler o las sierras de cocina.
En Soluciones Gastronómicas contamos con una amplia variedad de herramientas y artículos para echar a andar o potenciar las capacidades de su cocina. Acérquese a nosotros, escríbanos un correo o contáctenos por teléfono y con gusto le daremos más información sobre cuál es el equipo que más se adapta a sus necesidades como empresa o particular.
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